Síncopes

6 : 00 pm :

Me voy manchando, cualquiera diría esta noche no floreceré, toda calentura ingresa por un halo de luz desvanecida, tal música oscura y genética, mi situación presente no permite que me conmueva, iré sin freno hasta el fondo, cómo no voy a desear este desahogo si me enredo en la dislalia, quiero un habla, esta tensión es la única cosa que se suaviza en la medida del viaje, ay, lejanía, no vas a encauzar mi nervadura extraña, ciertos clavos dilúyense apenas, se sustancia el canje o nomadismo de cuerpos, ya no huyo de este pueblo sino de su momento, de siglos escarpados al crimen, incluyamos tartufos y niños comeniños, cuánto alcohol ha de acompañar este empozamiento, cuánta gracia perdida por escaramuzas consanguíneas, llegará el día en que nos volaremos la cabeza como fósforos malditos, fuego dándose a consumir toda súplica evanescente que no sea burla para el poderoso que entristece, ay, nuestro asunto va a ninguna parte, cientos de cuerpos alfombran la calle con marcas dentales entre las piernas, los patrones bañan en semen a las hijastras de sus criados, les suturan un caminito brillante de la vulva al ano, ay, hace unos días fue encontrado un feto caldeando larvas en la basura y están los que aseguran que aquél era el Redentor, que las moscas nacientes nuestro Espíritu Santo, sí, la página es blanca, negro el deseo, incendiemos este sillón, a darse una pira de libros, sí, qué tierra baldía ni qué ocho cuartos, cuál tu pequeña sinfonía del nuevo mundo, a la mierda los pastores que la pascua ya pasó, aquí se respira lubricidad con hambre, apenas veremos chispas mortecinas, quién hará algo estimable, algo para alivianar a los homicidas sobre las costas, ay, esto no sirve, ando viviendo de prestado y veo luces que antes encandilaron mi ensueño, sigo sin reconocer la voz adversa pues la recibo desde sus dislocaciones íntimas, llegados a este punto se podría resolver todo con un duelo magnífico, como antaño, y matarnos muy suavemente, a) con tus palabras

me violaron pero quién me va a creer, pinche puta que soy, me levantan, conmigo está su purrún, su chinique, en este pellejo les gusta divertirse y apagar sus cigarritos, en serio que siempre me sentí fea, bien hecha mierda, y ahora estos cabrones vienen a decirme : mire mamaíta usté tranquila, en gustos se rompen géneros y en petates buenos culos, ve qué de ahuevo, por tanto daño apenas y me acuerdo de lo que decían, puras sombras lo demás, puta cómo duele ahí abajo, cómo miarde adentro, igual yo sólo les aviso que ya estoy panzona, cerotes, y que a este hijo le voy a poner carlos julián porque son los dos nombres que recuerdo : dale duro julián, pasala carlos, hacela mierda, te toca julián, etc. sí, dos nombres nomás, pero yo sé que sus tatas fueron al menos cinco, tal vez seis chontes culeros, ay, noche más pisada, si los miro me los quiebro, juro que nunca voy a dejar que te digan hijo de la gran puta, no mijo, no mi carlos julián

6:04 pm :

conozco otro pueblo, uno donde los niños ríen al caer la noche, están bien muertos pero risa y risa, travesiean con los chuchos que nunca tuvieron, se han echado encima una sábana de tierra que saben quitarse para soltar sus barriletes etéreos, allá las mutiladas de juárez y guatemala ofician como sus nanas, ellas tampoco reconocían ese inframundo donde los críos reirán durante los amaneceres que faltan, sí, ya han hecho amistad con pequeños ultrajados de basora y se enmascaran en juegos inauditos, sabino cuenta que le bayonetearon los fetos a sus primas, sabino se escondía bajo cadáveres, y después caminaba hacia chiapas escapando de los kaibiles que querían inflarlo a puro Amor, tal maraña trae gemas que rigen nuestro desvelo, conozco este pueblo, ahí han organizado la Gran Fiesta a la que todos deseamos ir, enclave de sombras al que una helada fiebre le borró la cara, hoy es sólo enorme herida, vapores, y ya sabemos las diversas maneras de escuchar al Corazón del Cielo o de no hacerlo, sí, fue la huesuda quien se llevó esos versos que adornaban la plaza, sí, sólo el ruido interpretaría con soltura la cantidad de silencio que expele una aldea fantasma, por eso la risa confiada de los niños al anochecer, por eso juegan entre el limo y no miran su sangre, esto va a persistir, nuestro destino es manifiesto, lo dice con llanto el Corazón del Cielo

(síncope ii

cómo lo aturdían aquellos altoparlantes, sus dictados evangélicos en cada esquina : lo más triste es que llegó a acostumbrarse : el abismo taladra nuestra cacumen por igual, sí, apenas veía las caras de aquellos enfermitos, los supo tan iguales a sí mismos, tan repetidos en el dolor de sus padres, que imaginó que por eso no lo lastimaban sus puñetazos, sonrió hacia dentro, viviendo el recuerdo de aquel ardor agridulce que años más tarde volvería a probar, gracias al calostro de ciertas noches locas con la mamá de alguien)

ahí te siento

oh, pero yo no lo sé, treparse a una montaña es como acariciarle los rincones a mi personal jesus, y todo este verde tiene que ver con el agua y tus brisas benditas, ahora recuerdo cuando bajé al río y las mujeres pensaban que yo era otra hembra, pues mis cabellos estirábanse como una carretera muy blanda, después sonrieron enrojecidas al sospecharme el macho, diosita : ellas saben que propagaré las tribus más allá de la frontera que esta esperma ha construido, diosita : pensé mucho acerca del vacío de dios en aquel silencio de la noche, hoy sé que tienes cierta manera de llamarle al deseo, mi personal jesus : gracias a tu ausencia intuí que de aquellas montañas va resbalando el hormigón que amasija los bares y nuestros castillos rave, nuestro éxtasis lo trae el polvo de los muertos que olvidamos y se vende en los Megatemplos, ese tipo de cosas he ido pensando mientras canto en silencio para ti diosita mía, ¿me dibujás algo ?, bah, ya no te amo : a) el amor muere por diversas causas y simples b) la fe es algo que reviene a falta d’orgasmos c) mi nombre se logra combinando valores lejanos

Traduit par Alan Mills

6 : 00 p.m. :

La souillure m’envahit, d’aucuns diront que cette nuit je ne fleurirai pas, toute fébrilité pénètre par un halo de lumière indécise, telle une musique obscure et génétique, ma situation actuelle ne me permet pas d’être ému, j’irai sans frein jusqu’au fond, pourquoi ne voudrais-je pas de ce soulagement embrouillé que je suis dans cette dyslalie, j’exige un langage, cette tension est la seule chose qui s’adoucit à mesure du voyage, aïe, distance, tu ne vas pas diriger mon étrange nervure, certains soucis se dissolvent à peine, on précipite l’échange ou le nomadisme des corps, je ne fuis plus ce peuple mais son époque, ces siècles si enclins au crime, j’y inclus les tartuffes et les enfants mangeurs d’enfants, combien d’alcool doit accompagner cet enlisement, combien de grâce perdue dans les escarmouches consanguines, un jour viendra où l’on s’enflammera la tête comme de maudites allumettes, le feu se mettant à calciner toute supplique évanescente qui ne soit pas une blague pour le puissant affligé, aïe, notre histoire ne mène à rien, la rue est jonchée de centaines de corps ayant des marques de morsures entre les jambes, les patrons aspergent de sperme les belles-filles de leurs domestiques, leur recousent un sentier chatoyant de la vulve à l’anus, aïe, il y a quelques jours on a retrouvé dans la poubelle un fœtus incubant des larves et certains assurent que c’était le Rédempteur et que les mouches naissantes notre Saint-Esprit, oui, la page est blanche et noir est le désir, brûlons ce fauteuil, au bûcher les livres, oui, friche ou pas je m’en fiche, comme de ta petite symphonie du nouveau monde, au diable les pasteurs pâques est finie, ici ça sent la débauche mâtinée de famine, à peine verrons-nous de hâves escarbilles, qui donc fera quelque chose de digne, quelque chose pour buter les assassins des côtes, aïe, ça ne sert à rien, je survis grâce aux emprunts et je vois les lumières qui jadis éblouissaient mon rêve, je ne reconnais toujours pas la voix hostile car je la reçois du fond de sa dislocation intime, au point où on en est, tout pourrait se résoudre par un duel magnifique, comme à l’époque, et nous tuer très doucement, a) avec tes mots

on m’a violé mais y’en a pas un qui me croira, moi la pauvre pute, ils me chopent, ils font la bringue sur moi, ils prennent leur pied, ils s’éclatent à éteindre leur petites clopes sur ma carcasse, sérieux je me suis toujours sentie trop moche, de la vraie merde, et maintenant ces connards qui viennent me dire : écoute poupée, sois tranquille, parce que les femmes c’est juste bon à se faire baiser, quel culot putain, j’en ai bavé et pourtant je me souviens à peine de ce qu’ils disaient, tout le reste est dans le noir, putain que ça fait mal là où je pense, comme ça m’arrache là dedans, moi je vais leur dire si je suis en cloque, salauds, et que ce gosse je l’appellerai carlos julián parce que c’est les seuls noms dont je me souvienne : défonce-la julián, passe-la moi carlos, éclate-la, c’est ton tour julián, oui, juste deux noms, mais je sais qu’il a au moins cinq pères, peut-être six, six enculés de flics, aïe, putain de sale nuit, si je les vois je les tue, je jure que je ne laisserai personne t’appeler fils de pute, non mon fils, non mon carlos julián

6 : 04 p.m. :

je connais un autre village où les enfants rient à la tombée du soir, ils sont bien morts mais riant aux éclats, ils s’amusent avec les chiens qu’ils n’ont jamais eus, ils se sont couverts d’un drap de terre qu’ils savent s’enlever pour faire voler leurs cerfs-volants célestes, là-bas, les mutilées de juárez et du guatemala font office de nourrices, elles ne reconnaissaient pas non plus cet inframonde où les petits riront tous les matins qui manquent, oui, ils ont déjà sympathisé avec des gamins violés de bassora et s’éclipsent dans des jeux inouïs, Sabino raconte qu’on a dépecé à coups de baïonnette les fœtus de ses cousines, Sabino se cachait sous les cadavres, et ensuite, il marchait jusqu’au chiapas pour échapper aux Kaibiles [1] qui voulaient le gonfler d’Amour à bloc, ce chaos transporte les diamants qui régissent notre insomnie, je connais ce village, c’est là qu’ils ont organisé la Grande Fête où nous voulons tous aller, enclave d’ombres dont une fièvre de glace a effacé la face, aujourd’hui ce n’est plus qu’une énorme blessure, des vapeurs, et on connaît déjà les différentes manières d’écouter le Cœur du Ciel ou de ne pas le faire, oui, c’est la décharnée qui a volé ces vers qui décoraient la place, oui, seul le bruit serait capable d’interpréter aisément la quantité de silence sécrété par un hameau fantôme, voilà pourquoi le rire candide des enfants au crépuscule, voilà pourquoi ils jouent dans la fange et ne voient pas leur sang, et cela va durer, notre destin est manifeste, c’est le Cœur du Ciel qui le dit en pleurant

(syncope ii

ces haut-parleurs l’étourdissaient, avec leurs préceptes évangéliques à tous les coins de rue : le pire c’est qu’à la longue, il s’est habitué : l’abîme perfore notre acuité de la même façon, oui, il voyait à peine les visages de ces petits souffrants, il les sentit si égaux à eux-mêmes, si répétitifs dans la douleur de leurs pères, qu’il comprit pourquoi ses coups de poings ne lui faisaient pas mal, il sourit intérieurement, revivant le souvenir de cette ardeur aigre-douce à laquelle il regoûterait quelques années plus tard, grâce au colostrum de certaines nuits torrides passées avec la mère d’un tel)

là je te sens

oh, mais moi je ne le sais pas, gravir une montagne c’est comme caresser les recoins de mon personal jesus, et tout ce vert évoque l’eau et tes brises bénites, à présent je me souviens quand je suis descendu au fleuve, et que les femmes pensaient que j’étais une des leurs à cause de ma chevelure se déployant comme une route très souple, puis elle sourirent empourprées, découvrant en moi le mâle, ma déesse : elles savent bien que je propagerai les tribus au-delà des frontières que ce sperme a construites, ma déesse : j’ai beaucoup pensé à l’absence de dieu dans ce silence nocturne, maintenant je sais que tu nommes le désir à ta façon, mon personal jesus : grâce à ton absence, j’ai compris que le béton qui assemble les bars et nos châteaux rave dégouline de ces montagnes, et que notre extase vendue dans les Mégatemples vient de la poudre des morts que l’on a oubliés, j’ai pensé à tout cela en chantant silencieusement pour toi, ma déesse, dessine-moi quelque chose, bah, je ne t’aime plus : a) l’amour se fane pour diverses raisons qui sont simples b) la foi est quelque chose qui revient par manque d’orgasmes c) mon nom est composé de valeurs lointaines

Par Alba Marina Escalón

[1Les Kaibiles sont des soldats d’élite spécialisés dans la contre-insurrection et réputés pour leur extrême cruauté